Un imponente conjunto de fortificaciones que rodea el casco antiguo de Dubrovnik, testamento de su rica historia y espíritu indomable.
Las Murallas de Dubrovnik suelen abrir a las 8:00 AM y cierran por la tarde, variando la hora de cierre según la estación (más tarde en verano). Puedes acceder a ellas desde varias entradas principales dentro de la Ciudad Vieja, como la Puerta de Pile o la Puerta de Ploče. Te recomiendo consultar los horarios actualizados en el sitio web oficial: Dubrovnik Tourism Board.
La entrada para caminar por las murallas tiene un coste que ronda los 35 € para adultos. Los niños y estudiantes suelen tener tarifas reducidas. A veces, la entrada se incluye en la Dubrovnik Pass, que puede ser rentable si planeas visitar otras atracciones. No olvides verificar los precios actualizados antes de tu visita.
Recorrer las murallas de Dubrovnik te llevará entre 2 y 3 horas, dependiendo de tu ritmo y de las paradas que hagas para admirar las vistas y tomar fotografías. Son aproximadamente 2 kilómetros, pero con muchas escaleras y miradores que invitan a la pausa.
Las Murallas de Dubrovnik son una de las fortificaciones medievales mejor conservadas del mundo y un símbolo de la independencia y la resistencia de la antigua República de Ragusa. Su construcción comenzó en el siglo XII y se ampliaron hasta el siglo XVII, protegiendo a la ciudad de invasiones y asedios, lo que les valió el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El mejor momento para visitar las murallas es a primera hora de la mañana (justo al abrir) o a última hora de la tarde, antes del cierre, para evitar el calor del mediodía y las mayores aglomeraciones de turistas. En cuanto a la época del año, la primavera (abril-mayo) y el otoño (septiembre-octubre) ofrecen un clima más agradable y menos multitudes que el verano.
Lamentablemente, las Murallas de Dubrovnik no son completamente accesibles para personas con movilidad reducida o carritos de bebé. El recorrido implica muchas escaleras, cuestas empinadas y superficies irregulares, lo que lo hace poco adecuado. Se recomienda precaución y considerar si es viable para tus necesidades de movilidad.
Dentro de la Ciudad Vieja, justo después de bajar de las murallas, tienes multitud de opciones: el Palacio del Rector, la Catedral de Dubrovnik, la Calle Stradun, la Fuente de Onofrio y el Monasterio Franciscano. Además, puedes coger un teleférico hasta la cima del Monte Srd para disfrutar de vistas panorámicas impresionantes. No olvides explorar los pequeños callejones con encanto y las tiendas locales.
Claro, aquí van unos consejos: lleva calzado cómodo, un sombrero y protector solar, especialmente en verano, ya que hay poca sombra. No olvides una botella de agua, es un recorrido largo y exigente. Si tienes oportunidad, consulta si hay visitas guiadas, te ofrecerán una perspectiva más rica de su historia. Y por supuesto, ¡prepara tu cámara para las vistas espectaculares!
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