Un oasis milenario en medio de las dunas, testigo de la Ruta de la Seda y faro de vida en el desierto de Gobi.
El parque generalmente abre desde las 5:00 AM hasta las 8:30 PM, permitiendo disfrutar tanto del amanecer como del atardecer en el desierto. El acceso se realiza a través de la entrada principal del área escénica de Mingsha Shan (Montaña de las Arenas Cantoras), donde puedes caminar, tomar un carrito eléctrico o montar en camello hasta el lago.
La visita no es gratuita; se requiere comprar la entrada al Área Escénica de Mingsha Shan, que suele costar alrededor de 110-120 CNY en temporada alta. Este ticket es válido por varios días (con registro previo), lo que te permite regresar para ver diferentes luces sobre las dunas sin pagar extra.
Te sugiero reservar entre 3 y 4 horas como mínimo para vivir la experiencia completa sin prisas. Esto te da tiempo suficiente para caminar alrededor del lago, visitar el pabellón y, si tienes energía, subir a la cima de las dunas para una vista panorámica inolvidable.
Este lago (Yueyaquan) es un milagro natural de más de 2.000 años en la antigua Ruta de la Seda, famoso por no secarse ni ser cubierto por la arena a pesar de los vientos del desierto. Es un símbolo de la convivencia armoniosa entre extremos opuestos (agua y desierto) y alberga una arquitectura tradicional china impresionante.
La mejor época es de mayo a octubre, pero el truco está en la hora: ve al atardecer para ver la puesta de sol sobre las dunas y evitar el calor abrasador del mediodía. La luz dorada de la tarde crea un contraste espectacular para tus fotografías y la temperatura es mucho más agradable.
El camino principal hacia el lago está pavimentado y es relativamente plano, además existen servicios de carritos eléctricos que facilitan la llegada hasta los pabellones cerca del agua. Sin embargo, subir a las dunas de arena circundantes es físicamente exigente y no es apto para sillas de ruedas.
Estás en Dunhuang, así que es imprescindible visitar las famosas Cuevas de Mogao, un tesoro del arte budista a pocos kilómetros de distancia. También puedes explorar el resto del parque Mingsha Shan para experimentar el fenómeno acústico de las arenas cantoras.
Alquila los cubre-zapatos de color naranja neón en la entrada; aunque parezcan curiosos, son vitales para evitar que la arena llene tu calzado y arruine la caminata. Lleva gafas de sol para protegerte del viento con arena, mucha hidratación y asegúrate de proteger bien tu cámara o teléfono del polvo fino.
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