El Parque Abel Bouchon es un espacio público y generalmente está abierto durante el día, desde temprano en la mañana hasta el anochecer. No tiene un horario de cierre estricto como un museo. Puedes consultar con la Municipalidad de San Fernando para verificar si hay alguna restricción puntual o eventos especiales.

¡Buenas noticias! El Parque Abel Bouchon es un espacio público y su acceso es completamente gratuito. No necesitas comprar entradas ni pagar ninguna tarifa para disfrutar de sus instalaciones y belleza natural.

Para disfrutar tranquilamente del Parque Abel Bouchon, te recomendamos dedicar al menos 1 a 2 horas. Esto te dará tiempo suficiente para pasear por sus senderos, apreciar la vegetación y quizás disfrutar de un momento de relax.

El Parque Abel Bouchon lleva el nombre de un destacado abogado y político colchagüino, Abel Bouchon. Es un pulmón verde fundamental para San Fernando, un espacio de recreación y encuentro para la comunidad, con un diseño que invita al descanso y la conexión con la naturaleza.

La primavera (septiembre a noviembre) y el otoño (marzo a mayo) son ideales por el clima templado. Sin embargo, para evitar el calor del mediodía en verano o el frío del invierno, te sugerimos visitarlo temprano en la mañana o al final de la tarde. La luz de esos momentos es perfecta para fotografías.

Generalmente, los parques públicos chilenos buscan ser inclusivos. Si bien sus caminos principales suelen ser aptos, algunas áreas más boscosas o con desniveles podrían presentar dificultades. Te aconsejamos contactar a la Municipalidad de San Fernando antes de tu visita para confirmar la accesibilidad específica del parque.

San Fernando ofrece varios puntos de interés cercanos. Puedes visitar la Plaza de Armas, la Iglesia San Francisco de Asís y el Museo Lircunlauta. Además, la zona vitivinícola del Valle de Colchagua, con sus bodegas, está a poca distancia, ideal para tours y degustaciones.

Para aprovechar al máximo tu visita, lleva protector solar y un sombrero, especialmente en verano. No olvides tu botella de agua. Si te gusta la fotografía, la luz de la mañana o el atardecer es ideal. Y por supuesto, ¡lleva tu cámara! Si te apetece un buen café después, hay varias cafeterías en los alrededores.